Hace 25 años, los municipios de Futrono y San Martín de los Andes organizaban un Encuentro Binacional de Poetas para conmemorar el 50º aniversario del paso del poeta Pablo Neruda por ambas localidades, cuando tuvo que escapar de su país en forma clandestina, debido a la persecución política. En ese encuentro, reconocidos poetas, periodistas y autoridades cruzaron la cordillera por el sendero que utilizó Neruda aquella vez.
Diez años después, en 2009, se repitió la experiencia pero esta vez las actividades se organizaron en Futrono y hubo un encuentro de poetas y pobladores de ambas ciudades en el hito Ilpela, es decir, en el paso por donde cruzó Neruda. Fue en esa ocasión que los presentes nombraron “Pablo Neruda” a la laguna que allí se encuentra, del lado argentino, a pocos metros del límite internacional.
El pasado sábado 3 de marzo pasado, un grupo de más de 40 personas, entre vecinos, pobladores rurales y trabajadores del Parque Nacional Lanín, volvieron al hito para celebrar aquel acontecimiento del que se cumplen 25 años y, al mismo tiempo, los 75 años del paso de Neruda.
Formaron parte de la comitiva representantes de la Asociación Ramón Iván Quichiyao Figueroa, quienes se proponen sumarse, desde el lado chileno, a las caminatas al hito Ilpela que cada año convoca la Biblioteca Popular 9 de Julio de nuestra ciudad, con el acompañamiento del Parque Nacional Lanín. De este modo, en los próximos años volverían a producirse los encuentros entre pobladores argentinos y chilenos en el límite internacional, para recordar a Neruda y difundir la relevancia histórica de este sendero, que es una de las rutas culturales más importantes de la zona.
Ramón Iván Quichiyao Figueroa fue el impulsor del encuentro binacional de poetas de 1999, junto a Elena Lapuente, quien era directora de Cultura de San Martín de los Andes.
El sendero a Paso Ilpela fue utilizado por pobladores originarios desde hace siglos, por allí pasó el explorador Guillermo Cox en 1863, dejando un valioso testimonio sobre geografía y etnografía; también está vinculado a la historia forestal de la región y es el mismo sendero por donde Neruda ingresó a Argentina en 1949, reencontrándose con la libertad.