El edificio San José, primera iglesia del pueblo y actual teatro municipal, cumplió 100 años en 2023.
Para celebrar este importante acontecimiento, se lo restauró manteniendo su fisonomía original.
Este lunes 5 de febrero de 2024 se realizará el descubrimiento de placas alusivas, con la presencia del gobernador de la Provincia del Neuquén, Cr. Rolando Figueroa, el intendente municipal, Dr. Carlos Saloniti, y el embajador de Francia en Argentina, Sr. Roland Nadal.
Con la ilustre presencia del señor embajador de Francia se estará homenajeando al carpintero Luis Lerin, quien construyo el edificio en 1923 y fue uno de los pioneros de la industria forestal en la región.
Quienes deseen asistir a este acto deben ingresar al patio del teatro por el Museo Municipal Primeros Pobladores. La cita es este lunes 5 de febrero a las 12:45 horas.
RESEÑA:
El edificio San José fue construido en 1923 por Luis Lerin, ciudadano francés que se radicó en la localidad a principios de siglo XX.
Lerin tenía un aserradero cerca del límite con Chile, de allí provino la madera de raulí que utilizó para construir la iglesia, empleando tablas traslapadas de una pulgada para el exterior y tablas machimbradas en el interior. El techo original era de tejuelas de alerce.
Se trata de un edificio de arquitectura austera, representativa del período fundacional.
Durante cincuenta y siete años se celebraron allí misas, casamientos, bautismos, comuniones y otras prácticas del culto católico. Cuando se construyó la nueva iglesia, en 1979, el antiguo edificio fue adquirido por la Municipalidad gracias a la gestión del reconocido actor Jorge Villalba, y fue reacondicionado como teatro. Por eso la sala principal lleva su nombre.
Desde ese momento el edificio albergó numerosas propuestas de artes escénicas y otras actividades culturales, siendo sede de festivales de teatro, conciertos, congresos y ferias.
En 2023 la Legislatura del Neuquén lo declaró Patrimonio Histórico Provincial, coincidiendo con su centenario.
La obra de restauración fue financiada por el Instituto de Juegos de Azar del Neuquén. Consistió en reemplazar maderas deterioradas, reforzar las fundaciones, colocar aislamiento térmico y acústico a la sala Villalba y realizar una nueva instalación eléctrica, entre otras tareas dirigidas por la arquitecta María Victoria Neira.
La restauración mantuvo la fisonomía original del edificio, que posee un alto valor patrimonial por su trascendencia histórica, simbólica y social, y por su importancia arquitectónica, urbanística y ambiental.